Reiki

Reiki es una palabra sánscrita que significa REI, energía universal, y KI, energía vital. Es una técnica de canalización y transmisión de energía vital, a través de la imposición de manos, que se utiliza para obtener paz y equilibrio en todos los niveles. Actúa en profundidad en la raíz del problema físico o emocional, permitiendo que la emoción o el patrón de conducta que ha creado el desequilibrio, se manifieste y sea sanado.

Pero, ¿Qué es la energía? ¿Cómo funciona? Todo es energía. El aire que respiramos, la ropa que llevamos puesta, todos los objetos que están a nuestro alrededor, las plantas, los animales, y por supuesto, nosotros mismos.

Lo que diferencia un objeto de un animal, por ejemplo, es su nivel de vibración. Los átomos y moléculas que componen cada uno de ellos, vibran de una determinada frecuencia, y cuanto más rápido vibran, más sutil es su composición.

Nuestra naturaleza, eminentemente física, está enfocada a planos de vibración sólidos. Aquello que podemos sentir y tocar es lo que consideramos material y nos cuesta mucho ser conscientes de la energía vibrando a niveles más altos, lo cual no significa que no exista o no sea real.

Reiki, como sistema de canalización de energía, realiza una función muy importante, nos aporta un reequilibrio de esa energía sutil y vital que nuestro cuerpo necesita para funcionar, gestionar emociones, pensar, o llevar a cabo las funciones fisiológicas básicas.

Con el paso de los años, y tras todas y cada de las experiencias vividas, solemos retener energía sobrante de estas, bien sea miedo, dolor, ansiedad, tristeza, almacenándola en nuestro sistema energético, logrando acumular tanta, que se produce un bloqueo, un bloqueo energético que vibra en la frecuencia de la emoción que la creó. Un bloqueo energético no es más que la energía no expresada de una emoción.

Con Reiki podemos trabajar nuestro sistema energético, liberando bloqueos emocionales, y ser conscientes de que nuestro entorno cambia en consecuencia. Si algo en tu entorno te causa malestar, generándote una emoción determinada, mira dentro de ti, encuentra esa vibración, cámbiala, y tu entorno cambiará también.

Con Reiki no necesitas saber qué está ocurriendo, ni porqué. Lo único que necesitas es ser consciente de que algo en tu interior te hace vibrar, aplicar Reiki, y liberar esa energía que te hace daño. Tomar conciencia de en qué lugar físico se encuentra esa molestia emocional, es una gran paso para poder liberarla.

Reiki aporta a tu vida:

– Bienestar e higiene emocional.

– Un cambiio energético interno y en tu entorno.

– Tomar conciencia de tus bloqueos emocionales y energéticos.

– En definitiva, calidad de vida.